INTRODUCCIÓN

La genealogía es una rama de la historia por mucho tiempo ignorada o no valorada, indudablemente es una tarea compleja porque no se trata simplemente de datos o información de las personas, por el contrario, es la presentación y aplicación de formas de investigación que muestren sistemáticamente los antecedentes de los personajes.

Se puede señalar que esta actividad de investigación data de hace siglos, por ejemplo, está el conocido historiador y genealogista español “Lope Garcia de Salazar” que entre muchas de sus investigaciones se ocupó del origen del apellido Alvarado.

https://es.wikipedia.org/wiki/Lope_Garcia de_Salazar 

Vino al mundo el año de 1.399 en San Martín de Somorrostro, siendo su padre nieto de Juan López de Salazar que fue el que hizo la historia genealógica vasca.

Lope García de Salazar (Musques, 1399- Portugalete, 1476)  

fue un banderizo e historiador vizcaíno, autor de Las Bienandanzas e Fortunas, un documento valioso e histórico. 

 Entre los genealogistas de América Latina tenemos por ejemplo al investigador argentino “Mariano de Echazu Lezica”, que en la “Revista del Instituto Argentino de ciencias Genealógicas” numero 23 señala en relación a su investigación del apellido Echazu: 

“Afirman estudiosos de la etimología de los apellidos vascos que Echazu -en euskaro Etxasu- es una variante de Ichazo”. 

(https: www.scribd.com/document/337519582/Genealogia-Revista-23) 

Por otra parte, la recuperación biográfica a través de genealogías es una preocupación en la generalidad de las sociedades, para el caso boliviano muchas personas coinciden, en señalar que investigar la genealogía de personajes aporta entre otras cosas al esclarecimiento de la misma historia y también contribuye al género biográfico de la literatura.

Es interesante por lo demás distinguir esta forma histórica de investigación del pasado para conocer o mejor entender a personas que influyeron en el desarrollo histórico y del pensamiento boliviano.